En este país no salimos de un proceso electoral cuando ya estamos de lleno en otro, esta vez  tenemos pleno de elecciones. Los Partidos Políticos  se preparan para alcanzar las posiciones políticas de mayor envergadura, las cuales les darán la proyección requerida para consolidarse como opción real de Gobierno u oposición responsable.

Hoy en día los partidos no deben olvidar  un aspecto fundamental: El uso de la Web 5.0

o el “Motor de libertad y de poder para los usuarios”, según la definió Tim O’Reilly. El uso de las Redes Sociales y las estrategias online se erigen en las campañas electorales como una poderosa herramienta tecnológico-social capaz de generar desde simples chascarrillos hasta movilizaciones masivas.

En los próximos días los usuarios activos de Redes Sociales seremos  testigos de los “dimes y diretes” entre los distintos candidatos. Día a día veremos pasar las distintas acusaciones que se harán unos  hacía otros. Observaremos movimientos de ciberactivistas fieles a las instrucciones dadas por los responsables de Redes Sociales de los partidos, pasando por la creación de cuentas falsas que atacarán y desprestigiarán a los candidatos rivales. Aparecerán TT inflados por “TwitterosRobot” donde lo que más importa es “spamear” a todos los seguidores y lo de menos el mensaje…

Todo esto se ve traducido en un  cierto desprestigio de la labor de los Community Managers. Los diferentes equipos de Marketing Digital, lejos de buscar  medios idóneos para promover la sana competencia de publicidad en redes sociales, optan por denostar y capitalizar políticamente los errores de sus contrincantes.

Algunos de los autodenominados “asesores de campaña” lejos de capacitarse en estrategias de Social Media, tienen escasa preparación en el área del marketing online, contribuyendo a un uso torpe de las redes en detrimento de su potencial como herramienta de evolución social y arma de expresión pública.

En Redes Sociales es necesaria una profesionalización y un criterio por parte de los representantes de los partidos políticos en los medios electrónicos. Habría que dejar de lado la manipulación de los “temas del momento” y promover un verdadero debate de políticos y ciudadanos.